Hacienda El Santuario, es un tesoro representativo del siglo XVI, en donde se conserva en cada rincón de su arquitectura gran parte de la historia del beaterio que fue antes de edificarse este mágico y cautivador lugar. Conformado por 29 extraordinarias suites divididas en 4 categorías: Petit, Junior Suite, Máster Suite y Grand Máster Suite, se distinguen por la propia identidad que las caracteriza, diferenciándolas entre sí con el nombre de alguna fruta, árbol o ave.
Hacienda El Santuario está diseñado para que los “Sanmiguelenses” y personas de todas partes del mundo puedan conocer un poco de cada rincón de nuestro país en un mismo lugar y se lleven una increíble sorpresa al descubrir los Secretos del Santuario.
Hoy en día, aún se puede disfrutar de su amplio claustro semicubierto por una hermosa bugambilia de más de 100 años de vida enmarcada por sus jardines y por si esto fuera poco, el escenario se embellece aún más con la encantadora vista que ofrece nuestra terraza, cautivando nuestra mirada en una mágica postal a la puesta del sol de nuestra ciudad, destacando al fondo la emblemática catedral de San Miguel Arcángel.
La experiencia visual se amplía en el Bar “La San Miguelada” en donde el artista José Luis Arias ha recreado a través de la técnica acrílico sobre el muro, las principales festividades que se celebran en San Miguel de Allende, el “Corazón de México”, en donde ha logrado captar el espíritu y la calidez humana de sus habitantes, quienes se encargan de dar vida a sus tradiciones: El baile de los locos, El día de muertos, El día de la independencia de México y por supuesto sus recurrentes bodas que hacen de San Miguel Allende, un lugar emblemático que nos contagia de entusiasmo por la buena vida.
El mural mantiene un tono humorístico en donde la seriedad y la parodia van de la mano tomándose un tequila.
En los muros se encontrarán frases alusivas a la lírica de José Alfredo Jiménez como: “La vida no vale nada”. Nuestros grandes artistas mexicanos no podían quedar fuera de esta inigualable obra, homenajeando a pintores muralistas como, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Jorge González Camarena; Frida Kahlo y el padre de este estilo, el mexicano José Guadalupe Posada.
Continuado con la experiencia sensorial, su innovadora mixología de autor deslumbra a los visitantes con cada uno de sus cocteles, en donde al igual que “San Miguelito”, la especialidad de la casa, plasman parte de la identidad de San Miguel de Allende, rindiendo tributo a las míticas tradicones en la historia de nuestro país.
En cada espacio, el orgullo por manifestar la autenticidad mexicana es visible, la calidez y sencillez se perciben desde el primer instante; “Los Tesoros del Santuario”, es una colección privada de arte popular, que consta de más de 1000 piezas, ha sido un enamoramiento de 30 años para reunir este patrimonio que se distribuye cuidadosamente a lo largo de sus cautivadores pasillos para enaltecer la experiencia visual.
Adentrándonos aún más por la riqueza gastronómica con el ya tradiconal “Brunch Dominical”, la espectacular cocina mestiza preparada por nuestra Mayora, símbolo culinario de México, este cautivador lugar busca que con cada bocado te lleves el sabor de un hogar cálido y perfecto, pudiendo ser acompañardo con las deliciosas y refrescantes aguas de “La Samaritana”, diferenciándose por su variedad de sabores únicos y naturales que nutrirán el cuerpo mientras se deleita el paladar.
Sí se desea ir más allá con la experiencia Santuario, no se puede perder alguno de los 6 exquisitos y relajantes masajes y/o faciales que ofrece su revitalizante servicio de SPA.
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