Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition
El cacao, se encuentra entre las riquezas que México ha dado al mundo. La historia de este fruto comienza con las culturas Maya y Azteca; esta semilla se utiliza para producir el chocolate, el cual puede comerse en forma de granos de cacao o en polvo.
Tanto el chocolate, como el cacao, fueron muy importantes antes de la conquista en nuestro país. El cacao no sólo era un alimento con características especiales y consumido únicamente por algunos privilegiados; también era utilizado como moneda de intercambio en las culturas mesoamericanas. Los sueldos eran pagados con granos de cacao, por ejemplo, un portero recibía 10 granos de cacao. De la misma forma, los bienes eran intercambiados por granos de cacao; un conejo, costaba 100 granos de cacao[. El cacao se llevó a Europa desde Cristóbal Colón; sin embargo, fue después de la conquista, que Hernán Cortés, lo dio a conocer en todo Europa.
La mezcla del cacao, con múltiples ingredientes, ha hecho que la industria del chocolate tenga un gran crecimiento a nivel mundial. “La primera bebida de chocolate, considerada una «Bebida de Dioses», se mezclaba con canela y pimienta, tenía un sabor amargo y fuerte, y era más apreciada por sus efectos vigorizantes y estimulantes que por su sabor”
Al cacao, se le añade leche, azúcar, vainilla, nueces o vino, para quitarle el sabor amargo a la receta mesoamericana. La gente piensa que el chocolate tiene ciertas propiedades; algunas de éstas son correctas y otras tan solo mitos.
Científicamente, se han estudiado como componentes importantes del chocolate, los flavonoides (que son antioxidantes poderosos), la cafeína, la teobromina y la feniletilamina y la presencia de sustancias psicoactivas, que explican sus efectos placenteros. Desde inicios de siglo, la relación entre el cacao y la expresión del óxido nítrico comenzó a estudiarse con mayor detenimiento. El chocolate amargo u oscuro con mayor contenido de cacao, se ha puesto de moda, por sus propiedades antiinflamatorios, neuro y cardio-protectoras, y mejorando la biodisponibilidad del óxido nítrico; cuya acción mejora la presión, la función plaquetaria y la fluidez de la sangre
Se sigue estudiando la relación positiva, entre el chocolate oscuro y la regulación de la presión arterial, los niveles de insulina, las funciones vasculares, los procesos de oxidación, los efectos prebióticos, la homeostasis de la glucosa y el metabolismo de los lípidos.
Recordemos siempre, lo importante frente al consumo de chocolate y cacao: calidad y cantidad en proporción adecuada y personalizada.
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