- Su consumo excesivo puede traer complicaciones severas a la salud.
- Además de resistencia a la insulina, la ingesta desmedida por este endulzante provoca problemas cardiovasculares, aumento de peso y caries dentales por mencionar algunas
Con la llegada de septiembre los antojitos mexicanos se hacen presentes, la ingesta calórica aumenta y liberamos nuestro apetito voraz en el último cuatrimestre del año. Para muchos, esta temporada viene de la mano con permisos acumulables que nos llevan a romper un régimen alimenticio e incluso a descuidar nuestras actividades físicas y subir de peso.
Existen dos tipos de azúcares peligrosos: los libres y los procesados. Los libres son aquellos que tu añades a tus bebidas o alimentos y la OMS recomienda no exceder los 25 gramos por día. Y los procesados, son aquellos que ya vienen añadidos a los alimentos procesados.
Tenemos la idea de que el consumo de azúcar se limita a todo lo dulce como helados, chocolates, pasteles y refrescos; y no, aunque no lo creas, todos los carbohidratos que ingerimos se convierten en azúcar y si comemos de más, podemos darle complicaciones a nuestro cuerpo para procesarla.
Una vez que los carbohidratos se convierten en azúcar, se absorben a través del aparato digestivo incrementando nuestros niveles de glucosa en sangre, mandando una señal al páncreas para secretar insulina. Sí, la insulina juega un papel importante en tu salud, ya que es la que permite que la glucosa entre a las células de nuestro se conviertan en energía. ¡Imagínate el gran esfuerzo que debe hacer tu organismo cuando te pasas del consumo de azúcares!
Nuestro organismo es sabio, por lo que la absorción del azúcar en una persona con una dieta balanceada se realiza entre 15 – 20 minutos, especialmente si su ingesta fue exclusiva de carbohidratos. El paso completo de glucosa hacia el torrente sanguíneo se hace en aproximadamente en un lapso entre treinta minutos a una hora.
Y seguramente estás pensando en qué pasa si dejas de consumir azúcares, aunque no lo creas, tu cuerpo también los necesita y cuando no los consumes o no estás comiendo, especialmente entre comidas o al dormir, tu hígado es el encargado de generar azúcar (glucosa) y proveerlo a tu organismo a través de un proceso llamado glucogenólisis.
¿Qué pasa con tu cuerpo cuando te excedes?
Los efectos del azúcar más comunes y riesgosos son:
Insuficiencia renal crónica. Con el exceso de azúcar viene una pérdida progresiva e irreversible de tus funciones renales; es decir, retendrás líquidos, podrás desarrollar albuminuria, el cual permite la presencia de proteína en la orina revelando los fallos en el funcionamiento de tus riñones.
Alzheimer. Existen estudios que han revelado que la obesidad y la diabetes generadas tras el consumo excesivo de azúcar, pueden ocasionar el mal funcionamiento cognitivo permitiendo el desarrollo de Alzheimer.
Tu presión arterial aumenta. A esto se le conoce como hipertensión y ocurre cuando subes de peso, pero ¿por qué subes de peso? Pues nuestro cuerpo absorbe rápidamente los azúcares aumentando nuestros niveles de glucosa y liberando insulina en grandes cantidades propiciando el almacenamiento de grasa.
Diabetes: Si tus niveles de azúcar son altos (más de 150 en la mañana) por 3 días seguidos y en ayunas, debes acudir a un especialista. La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando nuestro páncreas no puede producir la insulina suficiente para que nuestro cuerpo regule los niveles de azúcar correctamente. Y sí, tu genética puede ser un factor para la aparición de esta enfermedad, especialmente si tienes antecedentes familiares, aunque el sedentarismo y la mala alimentación también pueden desencadenarla.
Aumento de acné y líneas de expresión. Olvídate de una piel tersa, el exceso de azúcar puede generar la aparición de moléculas AGE, las cuales dañan la producción de colágeno y elastina, por lo que no solo tendrás brotes, sino también tus arrugas serán mucho más marcadas.
¿Cómo evitar la evolución de estos padecimientos? CRYOmx nos trae algunos consejos de la mano de María del Castillo, nutrióloga y Maestra en Gestión Directiva en Salud, quien además cuenta con la certificación Women, Infants and Children (WIC) impartida por Texas Department of State Health Services.
Para empezar, es importante mantener una dieta balanceada donde eliminemos el consumo de azúcares procesados y libres y optar por reducir el consumo de azúcares naturales en jugos y frutas. Por otro lado, el ejercicio ayuda a que nuestro páncreas ayude a la insulina a darle energía a nuestras células y aprovecharla al máximo.
En CRYOmx tenemos tres tratamientos que ayudarte para evitar o reducir el malestar de algunos de estos síntomas; por ejemplo, la cabina de crioterapia ayuda a quemar hasta 800 calorías por sesión y reactiva nuestro sistema circulatorio; el criofacial te ayudará a estimular el colágeno desde la capa más profunda de la piel, reduciendo la profundidad de arrugas y líneas de expresión y la presoterapia, la cual ayuda al sistema linfático liberando toxinas a través de la orina, estimulando el funcionamiento correcto del riñón.
¡Atrévete a darle un cambio positivo a tu vida y a tu salud!