● Al igual que el tequila, el tepache proviene del estado de Jalisco
● Esta bebida es ligeramente dulce, con sabor a alcohol casero, refrescante y con un inconfundible
color ámbar
Jalisco es conocido mundialmente por ser tierra del tequila, pero en sus dominios también se fermenta otro elixir de exquisito sabor que complace a los paladares más exigentes. Hablamos del delicioso tepache, una refrescante bebida prehispánica que sigue enamorando a quienes la toman.
La palabra tepache proviene del náhuatl “tepatli” que significa bebida de maíz, ya que en la época
prehispánica se preparaba con maíz. También se relaciona con el término náhuatl “tepachoa”, que significa
“prensado con una piedra o molido”, por lo que se puede decir que esta bebida es maíz martajado.
Aunque la preparación con maíz sigue siendo muy popular en Jalisco y muchos otros estados del país,
actualmente la más popular es la versión que lleva piña como ingrediente principal, aunque también se
usan otras frutas como guayaba, manzana, tuna, naranja e incluso se combina con pulque y miel de abeja.
Preparar un delicioso y refrescante tepache de piña al estilo Jalisco es muy fácil, solo necesitamos los
siguiente ingredientes: cáscaras de una piña, 300 gramos de piloncillo y cuatro litros de agua. Una vez que tengamos todo lo necesario hay que seguir unos simples pasos.
Primero hay que lavar muy bien las cáscaras de piña y después ponerlas de preferencia en un vitrolero de
cristal o bien, en una olla de barro junto con el piloncillo y el agua.
La mezcla debe reposar por al menos 5 días, pero en temporada de calor, el tiempo puede reducirse.
Cuando esté lista, solo hay que colar y servirlo bien frío. Algunas personas gustan de ponerle canela y clavo para darle un sabor a especias.
Esta bebida se asemeja a la cerveza, aunque su contenido alcohólico es más ligero con una sabor dulce y
fermentado.
A diferencia de algunas bebidas industriales como la cerveza que se consigue en cualquier supermercado o tienda de la esquina, tomar tepache tiene varios beneficios.
Esto se debe a que las piñas poseen una enzima llamada bromelina repleta de péptidos y aminoácidos, las cuales ayudan al cuerpo a combatir males y enfermedades como la artritis (dolor de huesos), parásitos (que causan dolor estomacal) y en algunas partes de México, se cree que sirve para combatir el cáncer.
Además del beneficio original de la piña, el proceso natural de fermentación genera probióticos de buena
calidad, lo que impulsa al sistema inmunológico para sanar la mucosa del sistema digestivo, en donde se
cree se aloja todo el poder de nuestras defensas. También previene el estreñimiento y ayuda a revertir el
síndrome del intestino irritable, entre otros beneficios.