Los grandes resorts pueden tener su encanto, pero los viajeros modernos buscan algo
más que simples comodidades. En un mundo donde la autenticidad y la personalización
son cada vez más valoradas, los hoteles están respondiendo a esta demanda con
experiencias a medida que van más allá de las expectativas tradicionales.
Por supuesto hay propiedades que llevan la personalización al siguiente nivel prueba
clara de ello es la marca de hoteles y restaurantes Kimpton, donde los deseos del
huésped motivan a deleitar de formas únicas para convertir la estadía en la escapada que
los huéspedes no sabían que necesitaban. Esta marca boutique de IHG Hotels & Resorts
recientemente abrió su segunda propiedad en México: Kimpton Virgilio donde son
especialistas en brindar experiencias ‘absurdamente personalizadas’, pero ¿qué es eso
que Kimpton Virgilio sabe que tanto buscan sus huéspedes y visitantes?
- Conexión con la comunidad local: ofrece la oportunidad de sumergirse en la
cultura local a través de momentos auténticos y significativos. Desde el diseño del
hotel con toques modernos y locales, hasta su ubicación estratégica, que brinda
alternativas de movilidad que les permite a los huéspedes explorar la zona. Por
ejemplo, hay bicicletas para préstamo libre de costo para recorrer los museos y
zonas turísticas cercanas y experimentar la ciudad como auténticos locales,
también cuentan con bocinas bluetooth para tomarlas e ir de picnic a lugares
cercanos. - Experiencias gastronómicas personalizadas: cada vez las personas tienen
distintas necesidades alimenticias, por eso los chefs se adaptan a los gustos
culinarios de cada persona, ya sea si llevan una dieta vegetariana o vegana o si
siguen alguna dieta específica, en sus dos conceptos gastronómicos Pepe Mesa
Española y La Caña, que están abiertos al público, hay alternativas para todos los
paladares y preferencias. - satisfactoria. Como muestra de su compromiso, esta propiedad en Ciudad de México es 100% pet-friendly, en cuanto sabe que alguno de sus huéspedes viene con mascota, sin importar tamaño o especie, se aseguran de preparar todo para recibirlos, tal beneficio es completamente gratuito.
- Actividades sociales y experiencias: Kimpton Hotels & Restaurants ofrecen una
variedad de actividades exclusivas para sus huéspedes, diseñadas para
sorprender y deleitar. Desde clases de yoga gratuitas todos los martes, jueves y
sábados, catas de vinos para sus huéspedes todos los días a las 5pm, hasta
clases de mixología con expertos, estas experiencias únicas añaden un toque
especial a cualquier escapada y crean recuerdos inolvidables.
- Servicio excepcional y atención personalizada: cada huésped es tratado de
manera única y especial por ello el equipo del hotel se esfuerza por anticipar y
satisfacer todas las necesidades y deseos de los huéspedes, asegurando que su
estadía sea perfecta en todos los sentidos. Desde recomendaciones de
restaurantes hasta organización de transporte, el personal está siempre disponible
para hacer realidad cualquier petición.
- Si lo olvidaste, ellos lo tienen (forgot it we’ve got it): el hotel ofrece servicios o
comodidades adicionales para los huéspedes que hayan olvidado traer ciertos
elementos esenciales durante su estadía. Desde artículos de higiene personal,
cargadores de teléfonos, adaptadores de corriente, cepillos de dientes, hasta el
peluche favorito del pequeño de la familia. El hotel se compromete a proporcionar
estos elementos para garantizar una visita cómoda y sin contratiempos para sus
huéspedes.
En palabras de Erick Vargas, director general de Kimpton Virgilio:
«Los viajeros han cambiado y en Kimpton Virgilio entendemos la importancia de
adaptarnos a sus necesidades de manera sorprendente y única. Nuestro lema es
‘experiencias absurdamente personalizadas’, y es que nos esforzamos por ofrecer
experiencias que van más allá de lo convencional. Desde la conexión con la comunidad
local hasta las amenidades y experiencias, todos los detalles están diseñados para crear
recuerdos inolvidables. En Kimpton Virgilio, convertimos cada estadía en la escapada que
nuestros huéspedes no sabían que necesitaban.»