Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife
El envejecimiento saludable es una de las metas más importantes en bienestar para los adultos. Se describe como un proceso de por vida que optimiza las oportunidades para mejorar y preservar la salud, así como el bienestar físico, social y mental. Consiste en mantener la independencia, la salud, la calidad de vida y lograr una transición exitosa a lo largo de la vida.
En el camino hacia la adultez mayor, es posible encontrarnos con afecciones comunes en esta etapa, y está en nuestras manos identificarlas para prevenirlas y evitarlas.
Desde los años noventa, la sarcopenia se ha definido como “una pérdida involuntaria de la masa y la fuerza del músculo esquelético relacionada con la edad”. La palabra sarcopenia proviene de sarkós que significa “carne” y penía que se traduce como “deficiencia.”
La sarcopenia es un tema médico que ha sido objeto de muchos estudios e investigaciones científicas. A partir del final del periodo de crecimiento humano (niñez y adolescencia), se produce en todas las personas un proceso de oxidación celular y un aumento en el catabolismo metabólico. A partir de la cuarta década de la vida, la evidencia sugiere que la masa y la fuerza del músculo esquelético disminuye de manera lineal, llegando a perder hasta el 50% de la masa en la octava década de la vida.
Las causas de la sarcopenia son multifactoriales e incluyen factores ambientales, la activación de vías inflamatorias, anomalías celulares en nuestras mitocondrias, pérdida de uniones neuromusculares y cambios hormonales. El estilo de vida y la actividad física influyen directamente en esta condición, siendo las causas ambientales más comunes la disminución de la actividad y la disminución de la ingesta nutricional.
En el caso de los adultos mayores, una ingesta inadecuada y desequilibrada de proteínas y calorías totales, sumado a una mala nutrición con excesos que resulte en obesidad, genera una pérdida acelerada de masa y función muscular, lo que contribuye al aumento del riesgo de sarcopenia.
De manera sencilla, podemos identificar algunos signos de alerta que indican que una persona está en riesgo o sufre de sarcopenia, como la dificultad extrema para levantarse de una silla o sofá, la necesidad de ayuda para incorporarse con quejas o dolor, o incluso la disminución de la velocidad al caminar. Las complicaciones de la sarcopenia pueden llevar a caídas, fracturas, reducción de nuestra calidad de vida y un aumento en la morbimortalidad.
Ahora que tienes un poco más de conocimiento sobre esta afección, espero puedas tomar medidas preventivas en tu camino hacia un envejecimiento adecuado.
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