Raíces ancestrales que nutren el presente y el futuro

Cada 22 de agosto se celebra el Día Mundial del Folclore, una fecha que reconoce y honra la
riqueza cultural, las tradiciones y los saberes ancestrales que conforman la identidad de pueblos y
comunidades alrededor del mundo. El término “folclore” fue acuñado en 1846 para describir el
conocimiento popular transmitido oralmente, incluyendo relatos, música, danzas, artesanías y
prácticas cotidianas que guardan la memoria y cosmovisión de generaciones. Entre estas, la
comida y la bebida tradicional tienen un lugar especial, pues reflejan la historia y el entorno
natural de un pueblo, así como sus creencias, valores y formas de convivencia, siendo un pilar
fundamental del patrimonio cultural vivo.

En México, este día cobra especial relevancia al ser un país con una diversidad cultural profunda y
vibrante, donde las tradiciones siguen vivas en cada región y se entrelazan con la vida cotidiana.
En comunidades como las mazahuas del Estado de México y en poblaciones rurales de Yucatán,
donde tiene presencia Saber Nutrir, el programa de Responsabilidad Social de Grupo Herdez, el
folclore se manifiesta en expresiones artísticas, en la relación con la tierra, la alimentación y el
cuidado comunitario.
Desde esta perspectiva, el folclore no es sólo un patrimonio cultural, sino una fuente de
conocimiento que ha permitido preservar prácticas agrícolas ancestrales, como el cultivo
sostenible, el cuidado del maíz y la crianza de animales. En Saber Nutrir el trabajo conjunto con
estas comunidades valora y respeta estos saberes, entendiendo que el desarrollo sostenible y la
autosuficiencia alimentaria parten de fortalecer esas raíces culturales.

Los proyectos que impulsa el Programa —como huertos, gallineros e iniciativas apícolas— están
impregnados de estas tradiciones. Más allá de ser un plan técnico, representan una continuidad de
un legado que las familias mantienen vivo con orgullo. Esta intersección entre tradición y
modernidad es clave para promover no sólo la nutrición, sino también la identidad y el bienestar
integral de las comunidades.


Una manifestación emblemática de esta riqueza cultural son las bebidas tradicionales que
acompañan las celebraciones y la vida diaria. En las comunidades mazahuas del Estado de México,
el sendecho es una bebida fermentada elaborada a partir del maíz germinado, que simboliza la
conexión entre la tierra, la comunidad y la celebración de la vida. Su elaboración cuidadosa y
paciente refleja el valor del tiempo y el conocimiento ancestral.
Receta tradicional de sendecho:
•2 tazas de maíz seco
•Agua suficiente para remojar y fermentar
•Azúcar o piloncillo al gusto (opcional)

1.Lava y remoja el maíz en agua limpia durante 2-3 días, cambiando el agua diariamente.
2.Escurre y deja germinar el maíz en un lugar fresco y oscuro hasta que brote una raíz pequeña (2-
3 días).
3.Muele el maíz germinado hasta obtener una masa espesa.
4.Mezcla la masa con agua y deja fermentar a temperatura ambiente de 2 a 4 días, cubierto con
tela.
5.Cuela el líquido, endulza al gusto y refrigera antes de servir.
En contraste, en Yucatán, el pozol es una bebida refrescante y nutritiva, preparada con masa de
maíz nixtamalizado y cacao, que ha acompañado a las comunidades mayas durante siglos. Es
símbolo de identidad y resistencia cultural que se disfruta en días calurosos y en festividades,
reforzando la unión social.
Receta tradicional de pozol:
•Masa de maíz nixtamalizado
•Cacao molido o en polvo
•Agua fresca
•Azúcar o miel al gusto (opcional)
1.Disuelve la masa de maíz en agua hasta formar una mezcla líquida.
2.Añade el cacao molido y mezcla bien.
3.Endulza con azúcar o miel si deseas.
4.Sirve frío y disfruta como bebida refrescante y nutritiva.
Celebrar el Día Mundial del Folclore es reconocer que el conocimiento popular tiene un valor
tangible en la construcción de un futuro más justo y sostenible. Fortalecer y preservar estos
saberes permite que las comunidades sigan nutriendo a sus familias, sus tierras y su cultura,
consolidando un vínculo profundo que va más allá de la alimentación.
Así, nutrir nuestras raíces culturales es también nutrir a las personas y los territorios que las
albergan, promoviendo un vínculo que fortalece la cohesión social y el respeto por la diversidad.

ACERCA DE SABER NUTRIR
Saber Nutrir es el programa de responsabilidad social de Grupo Herdez, que contribuye a mejorar la calidad
de vida de las familias mexicanas que se encuentran en vulnerabilidad alimentaria, con el objetivo de apoyar
el desarrollo y bienestar de los niños que viven en estas comunidades.

El programa forma parte de la estrategia de sostenibilidad de Grupo Herdez, en el pilar de compromiso con
la comunidad y se alinea a tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones
Unidas (ONU): ODS 2 Hambre Cero; ODS 6 Agua Limpia y Saneamiento y el ODS 8, Trabajo Decente y
Crecimiento Económico.
Saber Nutrir ha otorgado proyectos que, de manera integral, mejoran la calidad de vida de las familias
beneficiadas, tales como banco de semillas, cocinas comunitarias, silos para almacenamiento de granos y
estufas ecológicas.
Actualmente tiene presencia en el Estado de México, Yucatán y San Luis Potosí y las marcas que participan
en este programa son: Doña María, Herdez, Yemina, McCormick y Del Fuerte.

Para más información visite:
https://www.sabernutrir.com.mx/
https://www.facebook.com/sabernutrir/
https://www.instagram.com/programasabernutrir/
https://www.youtube.com/channel/UCaXe2FsezvCYEaWN2zKtMhg

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