El desarrollo de ideas va ligado a la compresión del medio y la visión que se tiene de ella, por eso se hace imprescindible que se fomente la reflexión, el argumento y la conversación en los pequeños para que accedan a un mejor futuro profesional.
De acuerdo al último reporte de PISA de la OCDE, los estudiantes mexicanos obtuvieron un puntaje bajo el promedio en lectura, matemáticas y ciencias. Únicamente el 1% de los estudiantes obtuvo un desempeño en los niveles más altos en al menos un área.
El desempeño de los estudiantes mexicanos se ha mantenido estable en estas tres áreas, por lo que no ha habido una mejora en los métodos de enseñanza. “Una vez más queda en evidencia que es necesario cambiar los métodos tradicionales de enseñanza, sobre todo en estas dos asignaturas que pueden resultar tediosas para los más pequeños, solo así dejarán de ser complicadas y difíciles de entender”, comenta Javier Arroyo, experto en aprendizaje virtual y co fundador del método Smartick.
Se ha demostrado, por ejemplo, que las matemáticas son una forma de ver el mundo con lógica, se aprende a pensar, racionalizar, invertir problemas y resolverlos, no solo significa sumar o restar, va más allá de eso. Adquirir conocimientos matemáticos desde pequeños contribuirá en la formación de adultos más preparados para enfrentar problemas, argumentar con bases,
cambiar de opinión gracias a la investigación, entre otros. Por ello es tan importante contar con el aprendizaje de esta asignatura, pero se debe generar un cambio en la enseñanza. “Lo ideal es que todo aprendizaje sea como un juego, así se evita la frustración y la desmotivación a la hora de realizar algún ejercicio. Debemos hacerlo menos mecánico y más reflexivo”, señala el experto.
Lo cierto es que el mundo ha cambiado y las nuevas generaciones tienen más acceso a la tecnología, lo que puede ser muy beneficioso o perjudicial a la hora de aprender. Las redes sociales, por ejemplo, pueden ser una forma de obstaculizar el desarrollo del pensamiento crítico en niños y adolescentes, debido a la información inmediata y masificada. De acuerdo a Héctor Sanz, profesor del equipo de Desarrollo de Contenido de Smartick, este tipo de pensamiento se puede definir como la meta educativa, la herramienta con la que se aprenden los contenidos, porque no se puede aprender sin él. “Gracias a este conjunto de habilidades que conforman el
pensamiento crítico, podemos distinguir información relevante como buscar información o razonar para encontrar respuestas”, explica.
Ahora que las clases volverán a ser en su mayoría presenciales, se hace indispensable hacer una modificación en la forma de enseñar. “El profesor puede llamar a la reflexión de los alumnos para resolver un problema en la clase, escuchar sus argumentos y, por qué no, contra argumentar, generar un debate. De eso se trata el pensamiento crítico”, destaca Sanz. Por otro
lado, este tipo de ejercicios prepara a los niños y adolescentes para la autonomía, tener un punto de vista propio y defenderlo. Queda demostrado que las matemáticas no son una mera operación, es la resolución de problemas, así como la lectura significa ampliar el vocabulario y
un llamado a usar la imaginación, entre otras. Ambas asignaturas son una forma de desarrollar el pensamiento y cuestionar lo que parezca carente de veracidad.
El pensamiento crítico aumenta la capacidad mental, permite la aceptación de puntos de vista contribuyendo a que los jóvenes no crean en lo primero que ven o que no validen lo que piensa la masa solo porque es socialmente aceptado, lo que se ha hecho muy común actualmente con el acceso a las redes sociales y las fake news.
“Si aplicamos el pensamiento crítico en las matemáticas y en la lectura dentro de las aulas, los resultados nos pueden sorprender gratamente, porque los alumnos y alumnas estarán entendiendo el por qué y lograremos cambiar la perspectiva de estas asignaturas entre las
generaciones más jóvenes”, concluye el docente.
Sobre Smartick
Smartick es un método online de aprendizaje de matemáticas para niños de 4 a 14 años. Gracias a su sistema de inteligencia artificial, identifica de forma automática el nivel de cada niño y adapta los ejercicios de las sesiones a su perfil y velocidad de aprendizaje, ofreciendo contenidos que van más allá del cálculo mental y que refuerzan el pensamiento lógico y el razonamiento, al tiempo que mejoran la comprensión lectora. Esta startup fue fundada en 2009 por dos emprendedores españoles, Daniel González de Vega y Javier Arroyo, y en 2016 fue elegida como una de las 15 mejores startups mundiales por el jurado de The Next Web en Nueva York, entre otros éxitos conseguidos.
Con presencia en Estados Unidos, Reino Unido, Sudáfrica, México, Colombia, Chile y Perú, en estos 10 años miles de niños de 100 países se han beneficiado del método. Actualmente, cuenta con un equipo de 60 profesionales, entre pedagogos, psicólogos, maestros, matemáticos e ingenieros.