Por Alberto Molas, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition
¿Sabías que Usain Bolt, es quien ostenta el récord del hombre más rápido del mundo? Durante una carrera en la fase de mayor velocidad, él puede llegar hasta 45 kilómetros por hora (kph) 1 . Quizá este dato no te impacte si lo comparas con tu automóvil, pero en comparación con el resto de la humanidad, donde la velocidad promedio es de 13 kph en hombres y 10 kph en mujeres, es que reconocemos en Usain, la capacidad de haber superado los límites conocidos en el homosapiens.
Por más interesantes que sean los factores que vuelven fuera de serie a atletas como Usain Bolt, este texto no aunará en ello, pero si explicará qué tan bueno es para todos realizar ejercicio o practicar algún deporte de manera regular.
La diferencia entre actividad física y deporte recae en que el primero se trata de cualquier actividad cotidiana que se realiza, por ejemplo; subir escaleras, realizar labores de casa, jugar con los hijos o pasear a las mascotas. Por otro lado, el deporte hace referencia a cualquier actividad que esté reglamentada en que se hace prueba, con o sin competición, de habilidad, destreza o fuerza física, por ejemplo; ciclismo, atletismo, natación o deporte de conjunto como el fútbol.
Los beneficios que trae consigo el ejercicio son muchos y son para todos; desde mejoramiento del estado de ánimo hasta reducir la probabilidad de padecer alguna enfermedad crónico-degenerativa no transmisible. En caso de vivir con alguna de ellas como diabetes, hipertensión o algunos tipos de cáncer; la continuidad y mantenimiento en la realización del ejercicio puede mejorar o reducir las complicaciones de dichas afecciones.
Cuando se habla del estado de ánimo, investigadores de la Universidad de Noruega de Ciencia y Tecnología han publicado en la revista “Pediatrics” 2 que los niños y adolescentes que realizan un deporte o actividad física presentan menos síntomas de depresión en comparación con quienes no lo practican. Es
importante agregar que los adultos también resultan beneficiados al presentar menor incidencia de ansiedad y depresión, pero ¿cómo se relaciona el ejercicio con el estado de ánimo?
La respuesta es química, o mejor dicho bioquímica. En el cerebro se producen y liberan sustancias que nos dan una sensación de bienestar. Me refiero a las endorfinas que son mejor conocidas como hormonas de la felicidad.
Estos neurotransmisores tienen la característica de aliviar el dolor y dar la sensación de bienestar, similar a los efectos de los opioides y sin contraindicaciones.
El ejercicio puede suponer una estrategia para disminuir la depresión y la ansiedad. De todas maneras, hay que estar atentos ante los síntomas de dichas afecciones para buscar apoyo en un psicólogo. Espero que esta información te ayude a encontrar esas “ganas” de hacer ejercicio.
