Una dieta equilibrada, baja en azúcares, aditivos y libre de toxinas, ayuda a la función
cognitiva, al control de impulsos, reduce la inquietud de infantes con TDAH y los aleja de
trastornos alimenticios como la obesidad, anorexia y bulimia.
Seguir una adecuada dieta alimenticia es una labor que podría ser complicada para muchas
personas; existen diversos factores que pueden impedir llevar un régimen alimenticio adecuado,
por ejemplo: tener a la mano alimentos chatarra o con muchos carbohidratos (mismos que
consumimos cada que sentimos hambre); el no tener tiempo suficiente para cocinar alimentos
nutritivos, o bien, ingerir alimentos en horarios inadecuados.
Lo anterior suele derivar en problemas de salud, además de una carga de ansiedad y estrés.
Esa ansiedad y estrés suelen incrementarse cuando, además, las personas tienen otros
padecimientos como el TDAH.
De acuerdo con la nutrióloga Nancy García, maestra en nutrición clínica, la alimentación juega
un papel fundamental en la salud de quienes padecen este trastorno ya que son más propensos
a tener desbalances nutricionales; esto derivado a que los síntomas más predominantes de este
padecimiento son inatención, impulsividad o hiperactividad, que pueden, por una parte, motivar
en los pacientes una ingesta más elevada de carbohidratos de lo que su cuerpo necesita o por
lo contario incluso olvidar ingerir alimentos suficientes para mantenerse saludables.
Contar con una dieta que integre alimentos balanceados acordes con la sintomatología de los
pacientes resulta fundamental. Las personas con TDAH pueden carecer de ácidos grasos
esenciales que pueden provocar piel seca, dermatitis o asma; por ello se recomienda aumentar
el consumo de grasas saludables en la dieta, mismas que se pueden encontrar en alimentos
como el aguacate o bien consumir Omega3, presente en pescados y mariscos.
Otra posible complicación para los pacientes con TDAH que no siguen una alimentación
adecuada, es que pueden desarrollar ferropenia, es decir, el hierro bajo en la sangre y para
combatirlo se deben potenciar los alimentos ricos en hierro como las legumbres (habas, lentejas,
garbanzos, etc.) y vitamina C (cítricos, guayaba, pimientos, coliflor, etc).
En general, la nutrióloga García, sugiere que se incluya durante la cena pescado o huevo, ya
que contienen proteínas de alta calidad y son alimentos de fácil digestión, de esta forma
podremos mantener más saludable y feliz al pequeño, mientras que al mismo tiempo se vuelve
más fácil el manejo del trastorno.
Llevar una dieta equilibrada, baja en azúcares, aditivos y libre de toxinas, ayudará mucho a la
función cognitiva, al control de impulsos y reducirá la inquietud de infantes con TDAH, así como
de caer en otros trastornos alimenticios como la obesidad o la anorexia y bulimia.
Te invitamos a escuchar el Facebook Live de Proyectodah en donde se mencionan los mitos y
realidades de la alimentación de la mano de expertos en nutrición y el TDAH.
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Sobre Proyectodah
Es parte de la Fundación Cultural Federico Hoth A.C., y nace con la finalidad de buscar alternativas viables que mejoren la calidad de vida tanto de las
personas que padecen TDAH como de sus familiares. El Proyectodah promueve la creación de una red social de apoyo que colabore en la búsqueda de
soluciones viables y factibles. Su visión es crear una línea de atención científica y sistémica de alta participación social a nivel nacional e internacional para
mejorar la calidad de vida de quien padece el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y su familia. Para mayor información visite:
https://cerebrofeliz.org/