De no prevenir el desarrollo de obesidad, sobrepeso y sus enfermedades derivadas la esperanza de vida puede ser menor que la de la generación anterior, dice especialista.
“La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y accidentes cerebrovasculares, así como varios tipos de cáncer, por ello, la esperanza de vida puede ser menor que la de la generación anterior”, explicó el Dr. Raúl Morín Zaragoza, vocero de PREVENDIABETES.
De acuerdo con el especialista, estas enfermedades pueden prevenirse a través de la adopción de hábitos saludables como una alimentación adecuada y realizar ejercicio de forma regular.
El médico enfatizó “limitar el consumo de alimentos que sean ricos en azúcares y grasas, comer frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, adoptar la actividad física frecuente, unos 60 minutos al día para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos y evitar el tabaquismo”.
En 2014, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aprobó el plan de acción para la prevención de la obesidad en la niñez y la adolescencia, con las siguientes líneas estratégicas de acción: atención primaria de salud y promoción de la lactancia materna y la alimentación saludable; mejora de los entornos escolares de alimentación y actividad física; políticas fiscales y regulación de la comercialización y etiquetado de alimentos; así como vigilancia, investigación y evaluación.
“Los resultados de un tratamiento dietético como de cambios en el patrón de vida activo y/o farmacológico, son muy limitados, por lo que la prevención es prioritaria, y más sabiendo que 30 por ciento de los adultos obesos lo eran en la infancia.
La obesidad que se inicia en la infancia puede tener peores consecuencias que la obesidad que se inicia en la edad adulta”, indicó. En ese sentido, la especialista en psicología y educadora en diabetes Laura Arellano Bonilla, explicó que en las últimas tres décadas el descenso de la actividad física en los niños se atribuye a múltiples factores: la tecnificación del hogar y de los edificios; el uso masivo de transporte mecanizado; la proliferación de ocio sedentario: TV, videojuegos, telefonía móvil, internet y las computadoras personales. “Si uno de los padres tiene obesidad el riesgo de ser obeso en la edad adulta se triplica, y si ambos padres son obesos se incrementa a más de 10. Así, un adolescente obeso tiene 80 por ciento de riesgo de serlo en la edad adulta.
El apoyo familiar es necesario para el éxito del tratamiento”, indicó. La nutrióloga y educadora en diabetes Vanessa Ubaldo, dio algunas recomendaciones como: distribuir los alimentos en cinco tiempos: tres comidas principales y dos colaciones; servir raciones pequeñas en platos pequeños; establecer horarios fijos de comidas y toma agua simple de seis a ocho vasos al día.
“La pérdida de peso voluntaria de 0.5 a 9.0 kg está asociada con una disminución de 30 a 40 por ciento en la mortalidad relacionada con diabetes y con la disminución de 40 a 50 por ciento en la mortalidad por cáncer relacionado con obesidad”, concluyó el Dr. Morín. PREVENDIABETES es una organización que surge al ver a los pacientes con diabetes con una o varias complicaciones después de 10, 15, 20, 30 o más años, a partir del diagnóstico; de saber cómo han brincado de un médico a otro y de tratamiento en tratamiento sin lograr el control que necesita la diabetes.