Desde su apertura en México, Pixza ha impulsado a más de 200 jóvenes a tener una vida independiente.
La pizza es uno de los alimentos más populares en el mundo. Este icónico platillo, cuyo origen se remonta a principios del siglo XX, ha conquistado a millones de personas no solo por su inconfundible sabor, sino también por la facilidad con la que puede adaptarse a distintas regiones y culturas.

En el corazón de la Ciudad de México, Pixza, un restaurante ubicado en la calle de Bolívar, ha causado revuelo con su ingrediente distintivo: el maíz azul. Este ingrediente, símbolo de la gastronomía mexicana, permite la creación de una variedad de platillos que van desde nachos y tamales hasta pizzas únicas. En su menú se pueden encontrar opciones con chapulines, flor de calabaza, carne al pastor, cochinita pibil e incluso esquites con mayonesa, fusionando tradición e innovación en cada rebanada.
Pero Pixza no solo destaca por su propuesta culinaria, sino también por su impacto social. Desde hace más de 9 años, ha utilizado su oferta gastronómica como una plataforma de transformación para jóvenes en situación de abandono, brindándoles oportunidades para construir un futuro mejor.
“En pixza buscamos que jóvenes en situación de abandono, abuso o migrantes tengan un trabajo fijo que los impulsa a llegar más lejos, les damos la confianza necesaria para que puedan retomar su vida a través de nuestra Ruta del Cambio, un programa en donde nuestros jóvenes aprenden habilidades que les servirán para crear lograr consolidar una independiente al terminar su paso por la pizzería,” señaló Gabriel Charles, Director de Desarrollo de Negocio de Pixza.

En 2024, más de 15 agentes de cambio se sumaron al programa, recibiendo más de 1,000 horas de desarrollo personal y capacitación en habilidades para la vida. Gracias a este acompañamiento, más de cinco jóvenes lograron independizarse tras completar su formación en el restaurante, un logro posible gracias al apoyo de sus comensales y a la colaboración con más de 40 asociaciones aliadas.
En el Día Mundial de la Pizza, celebramos no solo el sabor y la versatilidad de este icónico platillo, sino también su poder para unir a las personas alrededor de una mesa. Desde las recetas tradicionales hasta las más innovadoras, la pizza es un símbolo de creatividad y disfrute que trasciende fronteras. Pixza, es también una plataforma de transformación social, demostrando que cada rebanada puede llevar consigo un impacto positivo en la vida de quienes más lo necesitan.
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Pixza es la única empresa mexicana pionera en crear una pizza hecha de maíz azul con una mezcla del 100% de ingredientes mexicanos. Pixza nace con la visión de crear una plataforma para promover la inclusión sostenible, a través de la Ruta de Cambio. Con este modelo de empoderamiento multidimensional impulsa a jóvenes de 17 a 35 años con un perfil de abandono social que forman parte de fundaciones y organizaciones. Gracias a este modelo Pixzasolo emplea a jóvenes para que formen parte de un programa de 12 meses y así alcanzar 3 ejes de acción: Asegurar, mantener y crecer el empleo formal, desarrollar habilidades profesionales y para su vida, y crear e impulsar un plan de vida personal-profesional.
Con el propósito de generar un impacto social positivo, la empresa mexicana ha logrado la certificación B, un estatuto que demuestra la transparencia, ética y sostenibilidad en su modelo de negocio de forma interna y externa. Con más de 8 años en el mercado, Pixza ofrece una gran oferta culinaria innovadora, de calidad a precios accesibles, con formato de venta en sus restaurantes, eventos y distribución en retail (presentación de 280g). Para más información consulta https://pixza.mx/ y en redes sociales @pixza.mx