Los hábitos alimenticios selectivos en los niños son más comunes de lo que cree, pero no tienen por qué ser un obstáculo.
Como padres, es natural preocuparse por el crecimiento y desarrollo de los hijos. Particularmente en los meses recientes, muchos padres han tenido nuevos retos que resolver, como la salud inmune de sus hijas e hijos. Esto probablemente se debe a la pandemia de COVID-19 y los cambios relacionados con los hábitos personales y sociales.
De acuerdo con el Dr. Antonio Rojo, Director Médico en Abbott, una dieta saludable puede apoyar la salud, el crecimiento y el desarrollo inmune. Sin embargo, para muchos padres puede ser un desafío encontrar alimentos nutritivos y atractivos para sus pequeños, que a su vez sean variados y puedan ayudar a obtener los beneficios mencionados.
Los padres enfrentan retos comunes
Si hay pequeños en el hogar que sean selectivos en su alimentación, no te preocupes, no estás solo. Muchos padres desean que sus hijos e hijas estén dispuestos a probar nuevos alimentos y, en ocasiones pueden sentir que son más quisquillosos que otros niños de la misma edad.
Sumado que uno de los mayores desafíos que los padres pueden enfrentar cuando se trata de nutrición es lograr que los niños coman verduras, así como otros alimentos saludables como frijoles, guisantes y mariscos.
Preocupaciones sobre las calorías vacías
Además de desear que sus hijos coman alimentos más nutritivos, a muchos padres también les gustaría que consumieran menos alimentos no saludables, especialmente dulces que a menudo proporcionan muchas calorías vacías o pocos beneficios nutricionales.
Por eso, no es de extrañar que a los padres les guste saber qué nutrientes incluye la comida de su familia. Muchos padres leen con regularidad las etiquetas de los alimentos y la lista de ingredientes.
Un lugar para productos nutrición especializada y multivitaminas
Los padres quieren creer que la dieta de sus hijos apoye adecuadamente la salud, el crecimiento y el desarrollo inmune del niño. Sin embargo, la realidad es que la dieta de muchos niños está lejos de ser perfecta. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), en México, el porcentaje de niños de entre 5 y 11 años que comen frutas es del 43.5 por ciento, mientras que los consumen verduras es tan sólo de 22 por ciento.[1] Quizás es por eso que muchos padres les dan a sus hijos un producto de nutrición especializada para llenar estos vacíos nutricionales.
Recomendaciones dietéticas para niños
Si no estás seguro de lo que un niño debería o no comer para tener una salud óptima, se recomienda hablar con un nutriólogo o con su pediatra y solicitar orientación sobre cómo ofrecer una dieta equilibrada y nutritiva a tu hijo.
El Dr. Antonio Rojo indica que especialmente para los niños, es importante incluir:
- Verduras y alimentos coloridos como brócoli, tomates, zanahorias, berenjenas, calabazas, frijoles negros y coliflor.
- Fruta fresca, congelada o enlatada (idealmente en su forma completa sin azúcares añadidos).
- Granos como pan, pasta, arroz, avena y cereales listos para comer (la mitad deben ser cereales integrales).
- Leche, yogurt y queso bajos en grasa o sin grasa o bebidas de soya y yogurt fortificados.
- Proteína magra como carne de res, pollo sin piel, pescado, mariscos, huevos, frijoles, guisantes, lentejas, nueces y crema de nueces.
- Grasas saludables de aceites vegetales, aguacates y pescados grasos.
El Dr. Rojo agrega que debido a que el cuerpo de los niños está en proceso de crecimiento requiere mucha nutrición, por ello no hay mucho espacio para:
- Los azúcares refinados: como bebidas azucaradas gaseosas, galletas, dulces y helados. Idealmente, los azúcares agregados no deben proporcionar más del 10% de las calorías diarias de un niño[2].
- Las grasas saturadas pueden elevar los niveles de colesterol, aumentando el riesgo de enfermedad cardíaca en el transcurso de la vida. La grasa saturada se encuentra en la leche entera, la mantequilla, la crema, el queso con toda la grasa, el aceite de coco, las hamburguesas y los cortes grasos de carne. Trate de limitarlo al 10% de las calorías o menos.
- El sodio puede elevar la presión arterial. Aunque el sodio proviene de la sal, la mayor parte del sodio en las dietas de los niños proviene de alimentos procesados, comida rápida y comida para llevar, no del salero. Al igual que los adultos, los niños deben consumir un máximo de 2300 miligramos por día.
Centrarse en una dieta saludable que pueda apoyar la
salud, el crecimiento y el desarrollo inmune de tu hijo es más importante que
nunca. Si la alimentación selectiva impide que tu pequeño consuma una dieta
equilibrada, un producto de nutrición especializada también podría ayudar.
[1] Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018. Secretaría de Salud. https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/doctos/informes/ensanut_2018_presentacion_resultados.pdf
[2] Este artículo fue adaptado de una historia creada originalmente sobre la base de los resultados de una encuesta estadounidense del International Food Information Council.