La gobernadora electa de Baja California y líderes del sector vitivinícola mexicano se reúnen con autoridades del Valle de Napa en California, para crear una hermandad entre estas dos zonas productoras.
Napa Valley, CA.- El Valle de Napa es la región vitivinícola más importante de Estados Unidos, el Valle de Guadalupe lo es de México. Entre las dos reúnen cerca de 5 millones de visitantes anualmente.
El pasado viernes 4 y sábado 5 de septiembre del año en curso, se llevó a cabo una gira bilateral para visitar el Valle de Napa encabezada por una delegación de productores vitivinícolas mexicanos y la gobernadora electa Marina del Pilar Ávila.
Por parte de la delegación mexicana participaron Hans Backhoff Presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola, Santiago Cosío Presidente de Provino Baja California, Víctor Segura Presidente del Consejo Estatal de Productores de Vid de Baja California, Fernando Pérez Castro representante de Por Un Valle de Verdad y vocero del Comité de Desarrollo Vitivinícola y Ariel Lizárraga quien forma parte del equipo de transición de la futura gobernadora.
Previo al arribo de Marina del Pilar Ávila se llevaron a cabo sesiones con los titulares de distintos organismos que integran al sector vitivinícola de dicha región, tales como Napa Vintners Association, Napa Green y Napa Valley Wine Institute, y a la llegada la gobernadora electa, se tuvo una recepción con los titulares de Visit Napa Valley, agencia principal de turismo del Valle de Napa, así como con el supervisor del Distrito 4 de Napa, Alfredo Pedroza y con los senadores estadounidenses Ben Hueso y Bill Dodd.
Si bien, en el Valle de Guadalupe se cuenta con programas de ordenamiento que le dan viabilidad ecológica a la región, el talón de Aquiles ha sido su implementación para convertirlos en instrumentos de utilidad para el desarrollo de la zona y no letra muerta como lo son actualmente. Por ello, el diálogo en la gira de trabajo incluyó establecer mesas de trabajo bilaterales con la finalidad de estrechar los lazos entre ambas regiones, enfatizando la importancia de intercambiar experiencias de procesos, pero sobre todo la incorporación de prácticas sustentables y regulatorias en los valles de Ensenada, que le den certeza a mediano y largo plazo, como han sido implementadas exitosamente en el Valle de Napa.
En aras de estrechar lazos con los productores de esta zona, se llevó a cabo una reunión con la Asociación de Vitivinicultores México-Americanos (MAVA), en donde se habló de la historia de migración, su impacto a la producción vitivinícola y las alianzas que se pueden crear entre estas dos regiones y el intercambio de promoción de los vinos de cada zona.
Por su parte, Marina del Pilar Ávila en esta gira refrendó su apoyo al sector vitivinícola bajacaliforniano mediante un esquema de protección a la vocación agrícola de sus valles, manifestando que tendrá una estrecha coordinación con Napa para potenciar el hermanamiento. Se autoproclamó “la Gobernadora del Vino” y expresó que durante su administración se promoverán las mejores prácticas ambientales y de uso de agua para colocar al vino de Baja California a la vanguardia dentro de la competitividad internacional. A su vez, la gobernadora electa en conjunto con los productores mexicanos hicieron una formal invitación para que Napa Valley se sume como región vitivinícola en el 43º Congreso Mundial de la Viña y el Vino a realizarse en octubre del 2022 con sede en Baja California